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Esto que vas a leer en este blog son algunos "detalles" que tus profesores de historia no creyeron que fuera necesario contarte.

sábado, 26 de noviembre de 2016

La Cuestión Judía resuelta sólo por medios legales..

Después de Noche de los Cristales, el ministro de Propaganda doctor Gœbbels anunció en una emisión de radio que cualquier acción contra judíos estaba estrictamente prohibida. Él advirtió que severas penas serían impuestas a cualquiera que no obedeciera esa orden. Él también explicó que la Cuestión Judía sería resuelta sólo por medios legales. Como ya se mencionó, los funcionarios del gobierno alemán y del Partido estaban furiosos por lo que había ocurrido. 


Hermann Gœring, que era responsable de la economía de Alemania, se quejó de que sería imposible reemplazar las especiales planchas de vidrio de los ventanales rotos de las tiendas porque no eran fabricadas en Alemania y tenían que ser importadas desde Bélgica y costarían muchas preciosas divisas. A causa del boicot judío contra bienes alemanes, el Reich andaba falto de monedas extranjeras. Gœring por lo tanto decidió que, dado que esa escasez había sido causada por los judíos, eran ellos los que tendrían que pagar por los vidrios rotos. 

Él impuso una multa de 1.000 millones de Reichsmarks a los judíos alemanes. Esa multa siempre es mencionada por cualquiera que escribe acerca de la Noche de los Cristales. Pero los historiadores y los escritores de Historia invariablemente dejan de explicar la razón de dicha multa.

Era ciertamente injusto obligar a los judíos a pagar por el daño que ellos no habían causado. Gœring entendía eso. Sin embargo, en privado él justificó la multa citando el hecho de que la declaración judía de guerra de 1933 contra Alemania fue proclamada en nombre de los millones de judíos de todo el mundo. Por lo tanto aquéllos podían ayudar ahora a sus correligionarios de Alemania a asumir las consecuencias del boicot. 

También habría que señalar que sólo los judíos alemanes con bienes por más de 5.000 Reichsmarks en dinero en efectivo tuvieron que contribuír para dicha multa. En 1938, cuando los precios eran muy bajos, 5.000 Reichsmarks eran una pequeña fortuna. 

Cualquiera que tuviera toda esa cantidad en dinero en efectivo ciertamente habría tenido mucha más riqueza en otros bienes y bien podría permitirse por lo tanto pagar su parte avaluada de la multa sin ser reducido a la pobreza, a pesar de lo que los escritores de Historia han sostenido.

El Acuerdo Haavara


Debido a que muy pocos judíos querían emigrar a Palestina, se hicieron esfuerzos especiales para abrir las puertas de otros países, pero eso demostró ser algo muy difícil. Las naciones prósperas no querían inmigrantes judíos, y los países pobres eran muy poco atractivos. 


El acuerdo Haavara o de transferencia hizo posible para cualquier judío emigrar desde Alemania con prácticamente todas sus posesiones y fortuna personal a condición de que los judíos pudieran depositar todos sus valores en uno de dos bancos judíos en Alemania que tenía sucursales en Tel-Aviv y Jerusalén. 

Tras su llegada a Palestina ellos podrían retirar sus bienes de acuerdo a los términos del acuerdo. El capital alemán de esas dos firmas bancarias judías fue garantizado por el gobierno alemán. Incluso después de la guerra esos activos estaban totalmente disponibles para los dueños judíos o sus representantes. Si un judío no deseaba emigrar inmediatamente, él podía transferir todos sus bienes muebles a Palestina donde serían salvaguardados por un fideicomisario mientras él permanecía en Alemania durante un período indefinido, con la emigración como su objetivo eventual. Mientras tanto su fortuna personal estaba segura fuera de Alemania.

Incluso los judíos más pobres que no poseían 1.000 libras inglesas pudieron emigrar a Palestina con créditos proporcionados por el acuerdo Haavara. Las autoridades británicas generalmente requerían activos mínimos de 1.000 libras para cada inmigrante a Palestina si él no tenía derecho al así llamado certificado de trabajador. Sólo un número limitado de esos certificados estaba disponible y ellos eran emitidos sólo a personas con especiales habilidades de trabajo. 


Además, los judíos que emigraban a Palestina estaban exentos del llamado impuesto de vuelo del Reich, que todos los alemanes emigrantes normalmente tenían que pagar. Sin embargo, las compañías judías que arreglaron las transferencias cobraban a los emigrantes un porcentaje fijo de sus activos totales. El acuerdo Haavara permaneció en funcionamiento hasta el final de 1941, cuando Estados Unidos entró en la guerra.

Después del comienzo del boicot judío internacional contra bienes alemanes en Marzo de 1933, la comunidad judía en Palestina se puso en contacto con el gobierno alemán y ofreció romper el boicot en lo que se refería a Palestina a condición de que eso fuera combinado con la emigración judía desde Alemania. 

Por consiguiente, el acuerdo Haavara o de transferencia fue firmado por los alemanes y los judíos en Mayo de 1933. La comunidad judía de esa manera concluyó un acuerdo extremadamente beneficioso con el gobierno nacionalsocialista sólo unos meses después de su formación. Ese acuerdo fue una fase crucial en la creación del Estado de Israel. Cuando hice esta afirmación en mi libro Feuerzeichen, que apareció en 1981, algunos lectores la consideraron ridícula. Pero luego esa misma afirmación fue hecha en The Transfer Agreement, un libro de Edwin Black publicado en 1984.
En Enero de 1939, es decir, después de la Noche de los Cristales, Rublee y el gobierno alemán firmaron un acuerdo por medio del cual todos los judíos alemanes podrían emigrar al país de su elección. 

De manera bastante interesante, el padre de un futuro Presidente estadounidense y el padre de un futuro Presidente alemán fueron los que casi torpedearon ese acuerdo: Joseph Kennedy, embajador estadounidense en Gran Bretaña, y Ernstvon Weizsäcker, secretario de Estado del ministerio alemán de Asuntos Exteriores y padre del actual Presidente de la República Federal Alemana, Richard von Weizsäcker, Presidente entre 1984 y 1994. 

Adolf Hitler intervino personalmente en el proceso de negociación y salvó el acuerdo enviando al presidente del Reichsbank Hjalmar Schacht a Londres para negociar con Rublee.

Esfuerzos del movimiento revisionista..



Afortunadamente, los esfuerzos del movimiento revisionista histórico, caracterizado por la sana investigación y una perspectiva imparcial, están enmendando los males de la época de posguerra. Que el trabajo de los revisionistas sirva como un punto de referencia para los historiadores del Sistema. 

Los revisionistas, mediante sus escritos, están trabajando duro para restaurar un verdadero sentido de confraternidad, uno que no dependa ni de acusaciones falsas ni de una culpa impuesta, una camaradería que por igual pueden unirse gracias a una preocupación por la justicia y por la verdad.

miércoles, 23 de noviembre de 2016

Los retrocesos ante los avances del Revisionismo.

Fuente: "Escritos Revisionistas. 1974-1998" Robert Faurisson.

Es falso que, como algunos se atrevieron a afirmarlo durante mucho tiempo, haya existido orden alguna de Hitler o de alguno de sus próximos colaboradores de exterminar a los judíos. Durante la guerra, algunos soldados y oficiales alemanes fueron condenados por sus propios tribunales militares, y a veces fusilados, por haber matado judíos.


Es bueno que los exterminacionistas, es decir aquellos que creen en el exterminio de los judíos hayan terminado, rendidos, por reconocer que no se encuentra rastro de ningún plano, de ninguna instrucción, de ningún documento relativo a una política de exterminio físico de los judíos y que, de la misma manera, hayan admitido por fín que no se encuentra rastro de presupuesto alguno para semejante empresa ni de ningún organismo encargado de llevar a cabo tal política.

Es exacto que los judíos conocieron los sufrimientos de la guerra, del internamiento, de la deportación, de los campos de retención, de los campos de concentración, de los campos de trabajo forzado, de los ghettos, de las epidemias, de las ejecuciones sumarias por toda clase de razones; también padecieron represalias o incluso masacres, porque no hay guerra sin masacres. Pero es también exacto que todos esos sufrimientos los padecieron de igual manera otras naciones o comunidades durante la guerra y, en particular, los alemanes y sus aliados.

Es bueno que los exterminacionistas por fin hayan concedido a los revisionistas que los jueces del Proceso de Núremberg (1945-1946) aceptaron como verdaderos, hechos que eran de pura invención como el cuento del jabón fabricado con la grasa de los judíos, el cuento de las pantallas de lámparas hechas de piel humana, el de las «cabezas reducidas», el cuento de los gaseamientos homicidas de Dachau; y sobre todo es bueno que los exterminacionistas hayan reconocido por fin que el elemento más espectacular, más espantoso, más significativo de ese proceso, es decir la audiencia del 15 de Abril de 1946 en la que se vio y se escuchó cómo un ex-comandante del campo de Auschwitz (Rudolf Höss) confesó públicamente que, en su campo, se había gaseado a millones de judíos, fue sólo el resultado de las torturas aplicadas a éste. Dicha confesión, presentada durante tantos años y en tantas obras históricas como la «prueba» N° 1 del genocidio de los judíos, los historiadores, al menos, la echaron al olvido.


Es una suerte que algunos historiadores exterminacionistas hayan reconocido por fin que el famoso testimonio del SS Kurt Gerstein, elemento esencial de su tesis, no tiene valor alguno; es detestable que la Universidad francesa le haya retirado al revisionista Henri Roques su título de doctor por haberlo demostrado en 1985.

Es patético que Raúl Hillberg, el Papa del exterminacionismo, se haya atrevido a escribir, en 1961, en la primera edición de The Destruction of the European Jews, que habían existido dos órdenes de Hitler de exterminar a los judíos, para luego declarar, a partir de 1983, que dicho exterminio se había realizado por sí mismo, sin ninguna orden ni plan sino a raíz de «un increíble encuentro de las mentes, una transmisión de pensamiento consensual» dentro de la vasta burocracia alemana. R. Hillberg sustituyó así la imputación gratuita por la explicación mágica (telepatía).


Es bueno que por fín los exterminacionistas hayan abandonado más o menos, en la práctica, la acusación, fundamentada en «testimonios», según la cual existían cámaras de gas homicidas en Ravensbrück, en Oranienburg-Sachsenhausen, en Mauthausen, en Hartheim, en Struthof-Natzweiler, en Stutthof-Dantzig, en Bergen-Belsen...


Es bueno que la cámara de gas nacionalsocialista más visitada del mundo —la de Auschwitz I— haya sido reconocida por fin, en 1995, por lo que era, es decir una fabricación. Es una suerte que se haya admitido por fin que «AHÍ TODO ES FALSO» y, personalmente, me alegro de que un historiador que forma parte del establishment oficial haya podido escribir: «A finales de los años 70, Robert Faurisson explotó esas falsificaciones tanto mejor cuanto que los responsables del museo mostraban entonces reticencias en reconocerlas» . Me alegro cuanto más que la justicia francesa lo había condenado, de manera inicua, por haberlo dicho.

Es una suerte que la «cámara de gas» en ruinas, que forma parte del Krematorium II de Birkenau (Auschwitz II), pueda servir sobre todo para demostrar «in vivo» y «de visu» que jamás hubo «Holocausto», ni en ese campo ni en otra parte. En efecto, según los interrogatorios de un acusado alemán y según fotografías aéreas «retocadas» por los Aliados, el techo de aquella cámara de gas habría contado con cuatro aberturas especiales (de 25 x 25 cms., precisaban) para verter el Zyklon. Ahora bien, cualquiera puede darse cuenta en ese lugar de que ninguna de esas aberturas existe ni jamás existió. Siendo Auschwitz la capital del «Holocausto» y ese crematorio en ruinas el punto clave del exterminio de los judíos en Auschwitz, pude decir en 1994 —y la fórmula parece haber dado frutos en las mentes—: «No Holes, No "Holocaust"» (Si no hay agujeros, no hay «Holocausto»).


Es una suerte igualmente que se haya invalidado así una sarta de «testimonios» según los cuales aquellos gaseamientos habían existido y es, al mismo tiempo, en extremo lamentable que tantos alemanes, juzgados por los vencedores, hayan sido condenados y a veces ejecutados por crímenes que no pudieron haber cometido.

martes, 22 de noviembre de 2016

La Declaración de Stuttgart

Fuente: Journal of Historical Review, vol. 8 Nº 1
Los acontecimientos del 17 al 19 de Octubre de 1945 en Stuttgart fueron intrigantemente simples.
En 1945 esto ya no era en ningún caso una cuestión, ya que Hitler estaba muerto y los Cristianos Alemanes habían sido desacreditados por amigos y enemigos por igual. En 1945, sin embargo, Martin Niemöller, recién liberado de Dachau, tenía un problema con Hitler ido y el nacionalsocialismo vencido: ¿Por qué predicar contra un Hitler muerto?.

Al poner al descubierto los crímenes de los vencedores, los historiadores revisionistas han demostrado que la culpa por la Segunda Guerra Mundial es compartida, no unilateral. Uno sólo tiene que señalar el clásico libro de David Irving "La Destrucción de Dresden" (1978), que demostró que aunque los Aliados, con la certidumbre de la victoria, tuvieron un amplio rango de opciones para actuar humanamente, ellos decidieron ser aún más brutales y rencorosos, hasta el amargo final.


Mientras la insensata e innecesaria campaña terrorista de bombardeos es bien conocida, ciertos aspectos son menos familiares.

Resultado de imagen de Martin Niemöller

La sabandija Martin Niemöller

Puesto que la Declaración de Stuttgart de la Culpa Alemana está íntimamente asociada con Martin Niemöller, se obtienen ciertas percepciones al tratarlo como una personalidad central. Poco después de que Adolf Hitler tuviera éxito en la creación de una estabilidad política después de una virtual guerra civil de dos años contra el caos y el bolchevismo, el nombre de Niemöller llegó a ser bien conocido dentro de Alemania y en el extranjero. Niemöller, uno de los fundadores de la Iglesia Confesional, y más tarde encarcelado en campos de concentración como un prisionero personal de Adolf Hitler, llegó a ser el favorito de los propagandistas anti-alemanes internacionales.

Niemöller encontró su nuevo Evangelio en la misión de advertir a Alemania y al mundo de los peligros del Hitlerismo, y en la predicación de que los alemanes tenían la necesidad de arrepentirse por Hitler y por la Segunda Guerra Mundial. ¿Quién si no la Iglesia Confesional podría llevar a cabo esa cruzada en una Alemania caída, degenerada, paganizada y nazificada?. Esa imagen de una Alemania carente de cristianismo estuvo directamente de acuerdo con la propaganda de los victoriosos Aliados, y ayudó a justificar la "reeducación" y "des-nazificación" de los alemanes

Había un requisito previo inevitable para la declaración de la culpa alemana, que los ocho clérigos, liderados por Visser't Hooft, extrajeron del consejo alemán de doce personas. Visser't Hooft, adquiriendo lo que equivalía al control de la ayuda Protestante a Alemania, se sirvió de una poderosa palanca, la cual, como los acontecimientos demostraron, él estaba demasiado dispuesto a usar.


miércoles, 9 de noviembre de 2016

Lo que Realmente Sucedió durante la Noche de los Cristales




Ahora veamos lo que realmente ocurrió durante aquella fatídica noche. Después de 1945 cualquier daño alguna vez hecho a cualquier judío en la Alemania nacionalsocialista ha sido descrito con gran detalle en muchas publicaciones y combinado con otras historias para dar cifras exageradas que se han convertido entonces en la así llamada "verdad histórica". Qué extraño es entonces que a pesar de haber transcurrido más de cuarenta años, nadie ha establecido el verdadero grado del daño hecho a los judíos durante la Noche de los Cristales. Todo lo que uno puede aprender de escritores de Historia es que "todas" las sinagogas fueron demolidas y que "todos" los escaparates fueron destruídos. Aparte de esa vaga descripción, a uno no se le da casi ningún detalle.


Sobre la base de la supuesta "verdad histórica" acerca de la Noche de los Cristales, el presidente del Congreso Judío Mundial, Nahum Goldmann, tuvo la desfachatez en 1952 de reclamar 500 millones de dólares del canciller alemán Konrad Adenauer como pago por reparaciones por el daño hecho durante aquella noche de Noviembre. Cuando Adenauer le pidió a Goldmann su justificación para esa desmesurada petición, Goldmann contestó: "¡Usted encuentre la justificación por sí mismo! Lo que yo quiero no es la justificación sino el dinero!". ¡Y él consiguió su dinero! Goldmann puede haber interpretado la disposición del canciller alemán a pagar 500 millones de dólares como la prueba para la afirmación de que todas las sinagogas habían sido destruídas. ¿Por qué más sería tan tonta Alemania como para pagar por algo que nunca sucedió? A pesar de todo, la "verdad histórica" de que "todas" las sinagogas alemanas fueron destruídas es una mentira.



En 1938 había aproximadamente 1.400 sinagogas en Alemania, de las cuales sólo aproximadamente 180 fueron destruídas o dañadas. Además, los judíos poseían aproximadamente 100.000 tiendas y grandes almacenes en Alemania en 1938. De ese número, sólo aproximadamente 7.500 tuvieron rotas sus ventanas. Estas cifras muestran simplemente cuánto difiere la supuesta "verdad histórica" de lo que realmente ocurrió. El daño y la destrucción que realmente ocurrió fue, por supuesto, una vergüenza terrible, pero las exageraciones, sobre todo las de historiadores alemanes que las usan para condenar a su propio pueblo, son también una vergüenza.


Los escritores de Historia nos dicen que durante la Noche de los Cristalestodos los judíos fueron atemorizados, y que aceptaron dócilmente lo que les sucedió y que contemplaron la destrucción de sus propiedades sin ofrecer resistencia. Lo contrario es verdadero. Mientras revisaba los archivos sobre este asunto, encontré muchos documentos que relatan precisamente justo lo contrario de lo que se afirma. El hecho es que en muchos casos los judíos y sus vecinos alemanes lucharon juntos contra los atacantes, empujándolos escaleras abajo. Las muchedumbres callejeras fueron golpeadas y ahuyentadas en más de un caso. La policía y los funcionarios del Partido estuvieron generalmente del lado de los judíos. Algunos líderes de la comunidad judía fueron a comisarías la mañana siguiente y pidieron a la policía que investigara el daño hecho a sus sinagogas. Los informes de policía resultantes están todavía disponibles en los archivos hoy.


También contrariamente a lo que nos han dicho, la mayor parte de los judíos no fueron directamente afectados por esos acontecimientos. En Berlín, por ejemplo, todos los profesores y los alumnos de la escuela judía más grande de la ciudad, que atendía al área entera de Berlín, aparecieron en sus clases a la mañana siguiente sin haber notado nada extraño durante la noche anterior. Heinemann Stern, el director judío de aquella escuela, escribió en sus memorias de posguerra que él notó una sinagoga ardiendo en su camino a la escuela durante la mañana después de la Noche de los Cristales, pero él pensó que eso era sólo un incendio casual. Fue sólo después de que llegó a la escuela que él recibió una llamada telefónica que le informó acerca de la destrucción de la noche anterior. Él entonces siguió con sus clases del día y sólo durante el primer receso se tomó la molestia de informar al alumnado entero con respecto a lo que había pasado.




De ninguna manera tal evidencia podría reconciliarse con la afirmación de Herman Graml, un destacado historiador alemán y asociado del Instituto de Historia Contemporánea de Múnich, que escribió: "Cada judío fue golpeado, perseguido, robado, insultado y humillado. Las SA arrancaron a los judíos de sus camas, los golpearon despiadamente en sus departamentos y luego... los persiguieron casi hasta la muerte... La sangre fluía por todas partes".


 ¿Es concebible que miles de niños judíos hubieran sido enviados a la escuela por sus padres la mañana siguiente después de aquella fatídica noche si los ataques contra judíos hubieran sido tan horrorosos o generalizados?. ¿Habría dejado algún padre ir a sus niños a la escuela si ellos hubieran pensado que existía siquiera el peligro más leve de ser atacados por pandillas ambulantes de hombres de las SA? ¡Me parece que la respuesta es claramente No! Cosas deplorables en efecto ocurrieron realmente que fueron bastante malas, pero las fantasías de historiadores modernos y escritores de Historia como Graml son simplemente inexcusables.

La Historia de Grynszpan

Fue Herschel Feibel Grynszpan quien inició el asunto entero de la Noche de los Cristales al balear al Secretario de la Embajada alemana en París, Ernst vom Rath. Los escritores de Historia nos dicen que Grynszpan, de 17 años, era simplemente un pobre muchacho judío que había sido llevado a la desesperación por la injusticia hecha a su familia y quien, en su profunda depresión, pegó un tiro al joven diplomático alemán. El hecho, sin embargo, es que Grynszpan no había mostrado ningún interés previo por el destino de su familia. Él había querido estar libre de ellos y había ido a París para vivir solo.


Cuando la policía francesa le preguntó a Grynszpan por qué él había disparado a Vom Rath, él dio varias explicaciones contradictorias:


—Versión 1: Él no pensaba matar a Vom Rath. Él había querido matar al embajador alemán, pero porque él no conocía al embajador personalmente, le disparó en cambio a Vom Rath por equivocación.


—Versión 2: Él sólo había querido matarse a sí mismo, pero había querido hacer aquello directamente bajo un retrato de Adolf Hitler. De esa manera él esperaba llegar a convertirse en un símbolo para la gente judía, que estaba siendo asesinada diariamente en Alemania.


—Versión 3: Él no había tenido la intención de matar a nadie. Aunque él tuviera una pistola en su mano, él no sabía cómo manejarla correctamente y ella simplemente se disparó por casualidad.


—Versión 4: Él no podía recordar lo que había pasado mientras estuvo en la oficina de Vom Rath. Todo lo que él recordaba era que él estaba allí, pero no recordaba por qué.


—Versión 5: Él no podía entender la pregunta en absoluto. Él debe haber tenido una amnesia completa porque él ya no recordaba nada.


—Y finalmente, la versión 6, que él dio varios años más tarde a funcionarios alemanes: Cualquier cosa que la policía francesa hubiera escrito en cuanto a las razones que él tuvo, era absurdo. La historia verdadera es que él solía conseguir muchachos jóvenes para el secretario de la embajada alemán porque Vom Rath había sido un homosexual. Y él disparó a Vom Rath porque no le había pagado por sus servicios. Ésta es la única explicación que él más tarde sostuvo durante la interrogación.

Sin embargo, ninguna de esas explicaciones es correcta.

Estándares Éticos Nacionalsocialistas

Escribe Ingrid Weckert (1927)

Yo fui criada durante el Tercer Reich. Junto con toda mi generación, recibí una educación de los más altos estándares éticos. Fuimos criados con amor y respeto hacia nuestro país y su gente. Se nos enseñó a estar orgullosos de su gran historia. Los héroes del pasado de Alemania representaban nuestros grandes ideales. Ellos nos incitaban a la honestidad y la responsabilidad en nuestras propias vidas. En mi opinión, la juventud de la Alemania de Adolf Hitler era la mejor de toda Europa y quizá del mundo entero.


Siempre he estado asombrada cada vez que he leído libros sobre el Tercer Reich publicados después de la guerra. La mayoría da una impresión casi totalmente falsa de la realidad del Tercer Reich. La Alemania de Adolf Hitler no era la Alemania descrita por tales libros. Era completamente diferente.

Los mismos estándares éticos se aplicaban a la SS y la SA
. Las tropas de asalto SA no eran hombres sofisticados. Ellos por lo general preferían usar sus puños antes que usar sus cabezas, pero actuaban según los ideales que les habían enseñado: honor, fidelidad, honestidad y lealtad a su gente y su país. 

Ellos no eran en absoluto las bestias sádicas retratadas por supuestos historiadores. 

Fue su fidelidad y valentía la que salvó a Alemania del caos y del comunismo. Es una completa estupidez describir a los hombres de la SA como asesinos sanguinarios, como generalmente se hace hoy. Aunque algunos hombres SA individuales puedan haber cometido actos de brutalidad, es absurdo culpar a la organización entera o al pueblo alemán entero y a su gobierno por tal comportamiento. 

Los hombres SA individuales en efecto estuvieron implicados en el incidente de la Noche de los Cristales Rotos. Pero realmente participaron muchos menos que lo que se afirmado. De los 28 grupos SA que existían entonces en Alemania, la evidencia disponible identifica sólo a 3 como habiendo realmente recibido órdenes de unirse a las demostraciones anti-judías.

Relaciones Germano-Judías Antes del Reichskristallnacht

Antes de explicar cómo los acontecimientos que rodearon a la Noche de los Cristales difieren de lo que generalmente se cree, debo dar primero alguna información previa sobre los pacíficos años en Alemania después de que Hitler subió al poder en 1933. Cualquiera que esté consciente de la verdadera situación en Alemania durante la época del Tercer Reich reconoce que el episodio de la Noche de los Cristales fue algo completamente extraordinario. Se trató de una radical aberración del patrón normal de la vida diaria. Dicho arrebato no estaba de acuerdo ni con la política nacionalsocialista oficial con respecto a los judíos, ni con la actitud alemana general hacia ellos. Los alemanes no eran más anti-judíos que cualquier otro pueblo. De hecho, los judíos que tuvieron que dejar otros países europeos prefirieron Alemania como un lugar para vivir y trabajar.


Dentro del propio Partido Nacionalsocialista había dos distintas facciones anti-judías. Una era académica y la otra era popular. La facción académica estaba centrada alrededor del Instituto para el Estudio de la Cuestión Judía. Publicaba diversos diarios y daba conferencias a grupos cívicos y políticos. Sus actividades eran coherentes con la política de remover pacíficamente a los judíos de Alemania y restablecerlos en otra parte. La SS estaba totalmente comprometida con esa política y rechazaba el anti-judaísmo vulgar. La facción anti-judía popular trataba de influír en el sentimiento popular. El principal exponente de ese enfoque era Julius Streicher, que publicaba mensualmente el no oficial Der Stuermer. Usaba crudas caricaturas para retratar del modo más horrible a los judíos, en un esfuerzo para convencer a los lectores de que aquéllos eran tan malos como Satán. Durante años el lema "Los Judíos Son Nuestra Desgracia" apareció en la primera página de cada edición. El Stuermer a menudo empleaba medios inapropiados y poco dignos para establecer sus puntos.


El Nacionalsocialismo alemán básicamente consideraba a los judíos como extranjeros no-alemanes que habían demostrado ser destructivos para cualquier nación que les permitió dominar. Por lo tanto, el único modo de prevenir problemas adicionales era separar a los judíos de los alemanes. En otras palabras, ellos tenían que emigrar. En este punto los nacionalsocialistas y los sionistas estaban en pleno acuerdo. Aunque los judíos componían menos del 1% de la población alemana total en 1933, ellos tenían poder e influencia en las finanzas, los negocios, los asuntos culturales y la vida científica fuera de toda proporción en relación a su pequeña cantidad. La influencia judía era muy ampliamente considerada como dañina para la recuperación alemana después de la Primera Guerra Mundial. Ninguna medida legal fue tomada contra los judíos en Alemania sino hasta después de la "Declaración de Guerra" del judaísmo internacional contra Alemania, como fue anunciada, por ejemplo, en la primera página del Daily Express de Londres el 24 de Marzo de 1933. Esa "declaración" tomó la forma de un boicot mundial contra los bienes alemanes. Una semana más tarde en todas partes de Alemania había un boicot oficialmente sancionado de tiendas y almacenes judíos. Esa acción fue en respuesta directa al boicot judío internacional de bienes alemanes ya en efecto.


Sin embargo, la respuesta alemana fue un asunto bastante absurdo y fue por lo tanto limitado a un solo día, el 1º de Abril de 1933. Hitler y Goebbels en privado reconocieron que el contra-boicot alemán era un fracaso y sólo pondría a la gente en contra del nuevo gobierno. Además, esa acción de un solo día ocurrió en sábado, el día de descanso judío.


Los judíos religiosos sintieron un malévolo placer por la incomodidad de los judíos que normalmente mantenían abiertas sus tiendas los sábados y que se vieron, en efecto, obligados entonces por el gobierno a obedecer la ley judía contra trabajar el día de descanso. El régimen nacionalsocialista a partir de entonces procuró disminuír la influencia y el poder de los judíos por medios estrictamente legales. La primera ley alemana que podría ser considerada anti-judía databa del 7 de Abril de 1933. Aunque el estatus legal de los judíos fue restringido, todo y cada judío sabía cuáles eran sus derechos legales y a lo que él todavía tenía derecho. No había ningún secreto o medidas extra-legales contra los judíos.


Irónicamente, fue precisamente la política oficial de discriminación contra los judíos la que redujo la eficacia de la propaganda anti-semítica a casi nada. Los alemanes son gente generalmente imparcial. Cuando los alemanes vieron a sus vecinos judíos ser tratados injustamente, ellos consideraron aquello mucho peor que los peligros que los judíos supuestamente representaban simplemente por ser judíos. Además, los ejemplos de la criminalidad y la perversión judías descritas en el Stuermer eran ampliamente consideradas como excepciones al comportamiento judío normal.


El alemán promedio estaba convencido de que los judíos que él conocía personalmente eran completamente diferentes de los tipos criminales a veces descritos en los periódicos. En mi ciudad natal de Berlín la mayor parte de los médicos y abogados eran todavía judíos. E incluso el funcionario de salud pública para niños en el distrito de Berlín donde mi familia vivía era un judío que conservó ese trabajo durante toda la guerra. Todavía recuerdo un día cuando mi madre volvió de ver a su médico judío. Ella nos dijo que ella no había podido verlo porque él ya no estaba allí. Él había sido removido y llevado de allí la noche anterior. Mi madre estaba muy disgustada. Una muchedumbre de gente se había congregado fuera de la casa de él. Todos ellos estaban sorprendidos, y hablaron de la injusticia de esa medida muy abiertamente. Mis padres más tarde hablaron de lo que había sucedido, y ambos estuvieron de acuerdo en que dicho médico nunca realmente había hecho algo malo. Su reacción fue típica. Unos días más tarde nuestro pediatra de familia, que era también judío, fue igualmente removido.


En ese entonces yo no sabía lo que significaba ser removido. Fue sólo muchos años después de la guerra, cuando comencé a leer la literatura del "Holocausto", que aprendí que lo que yo suponía que era ser removido significaba la deportación lejos a un campo de concentración y la muerte probable. Pero, como tantos miles de otras, esas dos familias de médicos no fueron exterminadas. Un día de verano en 1973, mientras caminaba por las calles del barrio alemán en Tel-Aviv, encontré placas con los nombres de ambos médicos en las puertas de dos casas. Inmediatamente traté de visitarlos, y averigüé que ambas familias habían emigrado a Palestina en 1939. Aunque uno de ellos había muerto mientras tanto en Israel, yo fui capaz de hablar con el otro. Él recordaba a mi padre muy bien y explicó que cuando él y su familia fueron detenidos, fueron llevados a un campo y se les dio la opción de firmar un documento declarando su intención de emigrar de Alemania, o ser llevados a un campo de trabajo. Él y su familia decidieron emigrar. De hecho, la mayor parte de los judíos alemanes sobrevivieron perfectamente bien a las medidas anti-judías. Eso no significa que aquellas medidas no fueran injustas para los judíos individuales, pero ellos podían por lo general lograr vivir con ellas.

martes, 8 de noviembre de 2016

El libro The Nameless War, la Guerra Sin Nombre,



El libro The Nameless War, la Guerra Sin Nombre, del capitán Archibald Maule Ramsay rastrea el camino del parásito social más letal de todos los tiempos, desde la matanza del rey y la admisión de los judíos en Inglaterra en 1649, hasta la víspera de la Segunda Guerra Mundial en 1940, cuando los judíos estaban arreglando todavía otro drama de la Pasión, el asesinato de millones de personas. Incluso aunque Ramsay fuera un miembro del Parlamento inglés, cuando él reveló que él conocía la vieja historia de tres siglos del control judío de la Historia, él fue inmediatamente arrojado en prisión y mantenido incomunicado durante el resto de la guerra.


Estar encerrado en el candado mental de los medios de comunicación es aceptar lo que usted escucha por la televisión como algo exacto, objetivo y verificable. De esa manera, cuando usted interactúa con un no adornado bloque de Historia real que se ha librado del almibarado barniz de imbecilidades que son vertidas en las noticias de televisión, usted se convierte en incrédulo y demasiado a menudo sucumbe a la cláusula de escape y dice "Todo en Internet es una falsificación". "¡Eso no puede ser verdad!", exclama usted.


Eso es lo mismo que mirar a un judío a los ojos y decirle que su "Holocausto"es una patraña. Él se retira lejos, suplicando al dios cuya locura él adora, que aquél un día busque la venganza por ese desafío a su fabricada virilidad.


Sí, mucho en Internet ha sido manipulado para satisfacer a los judíos y sus lacayos, pero grandes cantidades acumuladas de la verdad, como el torrente de Ramsay de Historia no fabricada, de vez en cuando todavía se deslizan por entre la red de oscuridad que nunca debemos olvidar que es poseída por los judíos.


Los buscadores buscan cualquier cosa que explique mejor sus vidas, y usted no tiene que pasar muchos años lejos de sus padres para entender que el mundo es dirigido por un juego de manos, y que el secreto que dirige al mundo es probablemente algo de lo cual usted nunca ha escuchado hablar, a menos que usted haya estado buscando más allá de los tendenciosos tratados de apocalípticos y catastrofistas y en los explícitos archivos incondicionales de aquel tema más tabú de todos: cómo los judíos han canibalizado y están canibalizando al mundo.


El único libro que recomiendo para convencerse irrevocablemente de que el mundo es atormentado por esos lisiados emocionales para desfigurar y destruír a la Humanidad se titula The Nameless War, un clásico subterráneo cuyo autor fue un miembro del Parlamento británico arrojado violentamente en la cárcel durante toda la Segunda Guerra Mundial por escribir esa brillante exposición de la perfidia judía.


El libro detalla el plan egomaníaco del tirano Oliver Cromwell, que fue financiado por ricos judíos, que comenzó el entrampamiento de la civilización occidental en un gobierno conducido por el judío que continúa saqueando al mundo con sus diabólicos esquemas de estafa.


El libro de Ramsay señala a archi-villanos injustamente olvidados tales como Juan Calvino, el arquitecto de la oposición que finalmente mataría al rey y que admitiría de nuevo a los judíos en Inglaterra, los cuales en menos de un siglo fundaron el Banco de Inglaterra que todavía gobierna al mundo hoy desde su fortaleza en la ciudad de Londres. Otros famosos saboteadores de esa época incluyen a los pagadores de Cromwell el judío portugués Fernández Carvajal y el financiero holandés Menasseh ben Israel, así como a Salomón de Medina, quien orquestó la toma del poder desde un rey debilitado (una práctica que los judíos iban a usar con frecuencia en su camino hacia la dominación mundial).


Para ver quién hoy nos controla se requiere ver quién nos ha controlado durante los últimos 400 años, y entender que ellos han tejido un sudario sutilmente urdido que se adelgaza hasta convertirse en una soga alrededor de la garganta de la civilización. La deuda crece, la soga se aprieta. La deuda nunca puede ser pagada. ¿Piensa usted que ha sido estafado?.


La Guerra Sin Nombre de Ramsay ofrece el modo más claro, más corto y más fácil de percibir el ininterrumpido alcance del control judío sobre la civilización occidental, el horror de la profundamente dañina perfidia judía que se ha esparcido a través del tiempo y que ha ocurrido sobre el mundo, que ha arruinado países y asesinado a campesinos, todo por no profesar lo que la criminal clase dirigente ordenó que ellos creyeran.


Al analizar la descripción de Ramsay de sabotajes posteriormente exitosos de países en adelante, uno nota una conectora corriente de interferencia extranjera que sirve como una siniestra característica en las historias de cada uno de esos acontecimientos que cambian al mundo. Tiempos diferentes y lugares diferentes, pero siempre los mismos esquemas de dinero rápido que arruinan las ilusiones de líderes populares y causan un enorme daño incidental. En cada caso, la presencia del astuto extranjero judío, extranjero en cada país en el mundo excepto en su propia tierra robada, termina recolectando todo el dinero al finalizar los acontecimientos.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Alemania encadenada..


Cartel anti-Versalles: Alemania encadenada, y la frase ¡Sólo el Nacionalsocialismo liberará a Alemania de la mentira de la culpa única!.




La verdad es que Hitler fue el político más popular en Alemania a fines de los años 20 y principios de los 30, él no se apropió del poder derrocando a un régimen legítimo, él recogió los votos de millones de trabajadores alemanes corrientes, dueños de tiendas y artesanos.

El Tratado de Versalles creó condiciones económicas donde el mensaje de Hitler pudo ganar una audiencia. Los Aliados forzaron a una Alemania postrada y amenazada desde dentro por la revolución comunista, a aceptar toda la culpa por la guerra. Las reparaciones incluyeron la pérdida de 65.000 kms² de territorio junto con 6 millones de habitantes. Alemania perdió el 65% de sus reservas minerales de hierro, el 45% de su carbón, el 72% de su zinc y el 10% de su capacidad industrial. Un impuesto del 26% fue colocado sobre todas las importaciones alemanas. 

En ese brebaje de bruja político, el nacionalismo de Hitler dio esperanzas al hombre común. Si no hubiera prevalecido la élite de Alemania sobre el Presidente alemán Paul von Hindenburg para escamotearle el poder a Hitler, él habría sido hecho Canciller en 1932, para cuyo tiempo el Partido Alemán Nacional-Socialista de Trabajadores (NSDAP) era el partido más grande en Alemania, con casi dos veces más diputados en el Reichstag que su competidor más cercano, los debilitados socialdemócratas. Significativamente, el partido comunista era el tercer partido más grande.


Hitler creó la moderna campaña electoral sin ayuda, usando aeroplanos para hacer no menos de cuatro o cinco discursos por día a través de Alemania. En todas partes él fue saludado como un salvador por alemanes corrientes hartos de la estridente pobreza y la agitación comunista.


miércoles, 2 de noviembre de 2016

Crímenes de guerra sobre prisioneros de la 17 SS “Götz von Berlichingen”



La 17 SS “Götz von Berlichingen” fue una división de las Waffen-SS formada en Francia en Octubre 1943. Participó en intensos combates en Normandía, Alsacia, tomó parte en la operación Nordwind, e incluso defendió el stalag VIIA en Moosburg (Alemania) antes de retirarse prácticamente aniquilada.

Sus restos siguieron combatiendo en Austria incluso estando práctiamente diezmada, no siendo su rendición definitiva el 7 de mayo en el lago Achen.

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Muchas fuentes le atribuyen pequeños crímenes de guerra propios a esta división en concreto la ejecución de algunos paracaidistas y civiles en Normandía, algunos prisioneros de un campo de concentración, etc., pero casi ninguna menciona que efectivos de la unidad fueron ellos mismos irónicamente víctimas a su vez de un repugnante y atroz crímen de guerra.


De entre los prisioneros de aquel 7 de mayo 200 soldados del 1er batallón del 38 SS Regiment fueron capturados por la 42 división de infantería de EEUU. El destino de estos desafortunados se conoció poco después de la guerra al localizar expertos de la cruz roja sus cuerpos en una fosa común. Sin embargo el caso se archivó y no se hizo ninguna identificación hasta 1976, cuando uno de los cuerpos fue identificado como el SS-Hauptsturmführer Kukula, comandante del 1er batallón del 38 SS Regiment. Más autopsias probaron que muchos de los cuerpos presentaban marcas de golpes posiblemente culatas de fusiles o disparos a quemarropa.

Además de este suceso existen indicios de que prisioneros individuales de la 17 SS ya habían sido asesiandos a finales de abril de 1945 a manos de tropas estadounidenses quizá como represalia, en el periodo en que la división se estaba retirando por Alemania.


martes, 1 de noviembre de 2016

Nakam, el plan de venganza judaica

Un grupo terrorista de vengadores judíos confabulando el asesinato en masa de alemanes.


El cerebro intelectual del plan

Abba Kovner fue un judío lituano que organizó un movimiento de resistencia judía en los bosques cercanos desde donde realizar actos de sabotaje y guerrilla contra los alemanes.Tal era su germanofobia y sentimiento antialemán que para su perspectiva cualquiera nacido alemán era culpable.

Kovner en el centro, durante su etapa como guerrillero en el gueto de Vilna

La guerra termina en mayo 1945, pero para Abba Kovner no ha hecho más que llegar a su punto álgido.

Funda una célula terrorista que denomina el “Hanakam” que en hebreo significa venganza y recluta a 60 miembros, muchos antiguos partisanos durante la guerra.

El grupo se desplaza para operar en Alemania. Allí planearan una operación de venganza a gran escala, el objetivo principal era envenenar a 6 millones de alemanes cifra que se consideraba que sumaban todos los judíos exterminados en Europa. Para ello se iba a soltar veneno en las principales redes de suministro de agua potable de algunas ciudades alemanas Hamburgo, Nuremberg, etc.



Kovner viaja a Palestina y solicita luz verde a David ben Gurion, líder del Haganah, facción que busca la creación de un estado israelí, pero este, escandalizado se desentiende de Kovner. Pero Kovner persiste y contacta con Chaim Weizmann, químico judío de la Universidad de Manchester y primer presidente del estado de Israel a quien le informó que quería envenenar los suministros de agua de Múnich, Berlín, Núremberg, Hamburgo y Weimar, cuyos habitantes sumaban aproximadamente seis millones. Weizmann dio su consentimiento y accedió a ayudar a Kovner para identificar el lugar en donde conseguir el veneno. La planta elegida fue la compañía Potash del Mar Muerto.

Fue así como se equipó con varias cantimploras de veneno para tal dantesco plan, y el Haganah ya le había facilitado papeles falsos como un hipotético soldado de la brigada judía británica, pero hasta ahí llegaba toda la ayuda.

Kovner desembarca en Toulon, Francia con sus cantimploras de veneno, pero los británicos que sospechaban de él, descubren que sus papeles son falsos y lo ponen bajo custodia, sin embargo Kovner logra deshacerse del veneno arrojándolo al mar. Kovner pasa un año encarcelado.

Tras un año de arresto Kovner fue deportado de vuelta a Israel donde se establece y abandona sus actividades vengativas
Sirvió como oficial en la guerra por la independencia contra los árabes.
Recibió dos premios de literatura en 1968 y 1970.

Hay que añadir que había ya células en posición en las ciudades designadas y varios agentes habían conseguido planos o infiltrarse en las redes de suministro de agua de dichas ciudades, esperando luz verde para operar. Solo faltaba que llegara Kovner y repartiera el veneno, pero su arresto hizo que se abandonara el llamado “Plan A”.

El fallo fue frustrante para los miembros más radicales del grupo terrorista. Así fue como luego el grupo se dedicó principalmente al “Plan B”. Tras algunos meses de búsqueda, eligieron un nuevo objetivo.
Bajo las órdenes de Kovner, Yitzhak Avidav, uno de los miembros del grupo, se infiltra en la panadería que suministra a los prisioneros en su mayoría de las Waffen-SS del campo de prisioneros de Langwasser, cercano a Nuremberg.

El 14 de abril de 1946 Impregna cientos de panes con arsénico, para envenenar a los 12.000 internos. Según medios públicos 207 prisioneros sufrieron náuseas y tuvieron que ser sometidos a un lavado de estómago, y no se produjo ninguna muerte, pero sin revelar quien podría estar detrás.

Ninguna investigación oficial adecuada fue realizada. Hoy se sabe toda la verdad por los relatos de algunos exmiembros del grupo que salieron a la luz en los últimos años

La desilusión de los activistas del Nakam fue grande en el sentido de que “no se produjo el efecto deseado”.

Sin embargo esto no fue el final de las actividades criminales del grupo.
Inmediatamente comenzaron a surgir otras historias acerca de muertes misteriosas. Por ejemplo, la de que un nazi que estaba hospitalizado, murió a causa de una intervención menor, cuando misteriosamente se encontró cierta cantidad de queroseno en su sangre.

Rápidamente se volvieron más ambiciosos con respecto a sus objetivos que incluían al abogado Wilhelm Stuckart, autor de las Leyes de Núremberg, cuyo trabajo consistió en proveer una justificación legal para la Solución Final. Después de la guerra, Stuckart regresó a la práctica privada luego de una breve estancia en prisión. Los “vengadores” consiguieron eliminarlo en 1953. Su muerte pareció resultado de un accidente automovilístico.

Otra de sus víctimas fue Otto Abetz, embajador alemán en Francia durante los años de Vichy, quien había deportado a gran cantidad de judíos franceses a los campos de concentración. Lo mataron en otro “accidente” de automóvil en 1958.

Finalmente Aleksander Laak, quien dirigió un campo de concentración en Estonia, fue culpado por la supuesta muerte de 100 mil personas. Después de la guerra Laak se había refugiado en Canadá y estaba felizmente casado en Winnipeg bajo un nombre falso. Los “vengadores” lo acorralaron y le dieron a elegir entre ahorcarse en la cochera de su casa o matarlo delante de su esposa. Él prefirió ahorcarse.

Miembros de otra célula del grupo independiente operaron en Italia y Austria en mayo de 1945 haciéndose pasar por policías militares británicos, realizando centenares de asesinatos contra criminales alemanes “sospechosos” en los bosques, todos los asesinatos fueron hechos sin ningún tipo de juicio previo, prestación de declaración, ni derecho a abogado.

El Oberlandgericht Nürnberg suspendió en mayo de 2000 la prosecución legal de dos activistas del Nakam “por la presencia de prescripción y circunstancias muy particulares.”