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Esto que vas a leer en este blog son algunos "detalles" que tus profesores de historia no creyeron que fuera necesario contarte.

jueves, 7 de julio de 2016

La "justicia" aliada siempre tiene razón.





Los "buenos" nunca aceptaron el dar explicaciones sobre sus genocidios, lo demostraron los ingleses cuando entregaron hace unos años al gobierno de Adenauer la prisión de Hameln. Al hacer unas reparaciones, los alemanes encontraron los cadáveres de unos 200 compatriotas suyos de cuya muerte era responsable la "justicia" militar británica. Inglaterra se negó no sólo a responder de esas ejecuciones sino incluso a facilitar los nombres de las víctimas. Este método, que estuvo muy en boga a partir de 1945.





Ningún tribunal del mundo ha exigido cuentas para lo que sucedió en los procesos de Nuremberg, la mayor caza del hombre que conoce la Historia, ni por los millones de seres que padecieron la desnazificación, ni por los belgas que a los dieciséis años de terminada la guerra siguen en las mazmorras de este país par el delito de haberse alistado como voluntarios en el frente del Este. 





Caso notable de la justicia política aliada, lo constituye el del comandante alemán Walter Reder, que gravemente enfermo está encarcelado en Gaeta, Italia, acusado de haber fusilado a centenares de habitantes de Marzabotto. Se ha demostrado plenamente que él jamás estuvo en Marzabotto, y que en dicha localidad nunca hubo tal matanza. Altas jerarquías de la Iglesia italiana, del Vaticano, de la resistencia y 280.000 firmas de soldados de varios países europeos han pedido en vano su libertad. Reder no puede ser puesto en libertad porque la "justicia" aliada siempre tiene razón.


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